Se dice que las cucarachas son tan resistentes que podrían sobrevivir a un desastre nuclear. Una tesis conocida por muchos aunque no por un vecino de Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real) de 38 años de edad que ha estado a punto de perder la vida en su lucha contra esta especie.
El infortunado -sufre la fractura de un brazo y heridas en la cara- no soportaba la presencia de estos bichitos en el cuarto de baño de su casa, situada en el número 18 de la calle Arce de este pueblo de 6.000 habitantes, y decidió vaciar un bote de insecticida en los apenas tres metros cuadrados del aseo. Inmediatamente después cerró la puerta del baño con la esperanza de que las cucarachas perecieran asfixiadas. Sin embargo, cuando volvió a abrir la puerta y encendió la luz una pequeña chispa provocó la explosión del gas acumulado.
«La explosión tuvo que ser muy fuerte porque el baño está destrozado, la puerta está arrancada y se ha caído toda la escayola del techo.
Además, el cuarto de baño del vecino también ha sufrido los efectos de la explosión porque todos los azulejos se han venido abajo», relató este miércoles Eusebio Babiano, jefe de los bomberos de Puertollano (Ciudad Real) que intervinieron en el suceso. «Cuando llegamos nos pusimos a buscar alguna bombona de camping-gas que hubiera podido provocar la explosión pero nos quedamos muy sorprendidos al ver que todo lo había originado un bote de insecticida que estaba vacío», añadió el jefe de este parque de bomberos que recomienda usar los insecticidas «en cantidades adecuadas al tamaño de la habitación donde lo echemos».
El dueño de la casa deberá pensar en otros métodos para acabar con las cucarachas de su cuarto de baño pues la primera batalla la han ganado estos insectos.
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