Una de las cosas curiosas de la moda es que lo que hace unos años era considerado como lo más actual, hoy ya es algo totalmente superado. No poca razón le faltaba a Oscar Wilde cuando definía la moda como aquel “esperpento tal que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses”.
Si las palabras de Oscar Wilde no resultan para nadie una novedad, tampoco lo será el hecho de que la moda es algo cíclico. Es decir, aquello que hace diez años era tenido como muy novedoso, cinco años después puede caer en el olvido y hoy volver a considerarse como lo más “trendy”.
Este regresar periódico de modas pasadas lo hemos podido observar, por ejemplo, con los pantalones campana, el dobladillo del pantalón, la pajarita, las corbatas estrechas así como en otras muchas prendas y estilos.
Algo similar ha ocurrido a la prenda que hoy traemos a esta redacción: los calzoncillos tipo slip. Los calzoncillos tal y como los conocemos hoy han pasado por una transformación más que destacable. Han evolucionado de aquellas iniciales calzas que cubrían desde la cintura a las puntas de los pies a la mínima esencia de slip que hoy nos encontramos en las tiendas de renombre de las ciudades punteras de la moda.
Si bien hasta antes de los años 80, los calzoncillos que más predominaban eran los tipo slip, las generaciones más jóvenes seguramente no hayan llegado nunca a vestirlos al haberse decantado ampliamente por los calzoncillos tipo boxers.
Los calzoncillos deben su nombre a la conjugación de la palabra calza. De hecho, la palabra “calza” ha dado lugar a la mayoría de los nombres de las prendas que se visten de cintura para abajo. Así los calcetines, el calzado, las calzas (medias), los calzones etc. provienen de aquella calza inicial. Por el contrario, los populares boxers, calzoncillos de pantalón corto, deben su nombre a la similitud que guardan con el pantalón de los boxeadores.
La aparición de los slips se remonta a 1886 con la creación de la empresa Cooper. En 1934 se lanzan al mercado los famosos slips Jockey. La novedosa línea de los Jockey inspirada en los bañadores cortos de la Costa Azul así como esa sujeción totalmente novedosa, posicionó a este modelo como una prenda de diseño y admiración.
Aquella característica parte delantera en forma de “i” griega invertida se convirtió en todo un clásico que ha llegado con gran salud hasta nuestros días.
Como apuntamos, los calzoncillos tipo boxer se adueñaron de la cintura de prácticamente todos los caballeros durante los últimos treinta años. La única gran ventaja del boxer frente al slip era, y sigue siendo, la posibilidad de poderse hacer a medida y coserse con idéntico dibujo y tejido al de la camisa.
No es poco frecuente que los señores más exquisitos a la hora de mandarse hacer sus camisas a medida aprovechen y también ordenen los calzoncillos a juego. De esta forma, basta con escoger cada mañana una camisa para saber que calzoncillo es el que hay que sacar cada día del cajón
Sin embargo, esta corriente se ha revertido y hoy los slips empiezan a desplazar a los calzoncillos tipo boxers y vuelven a estar más de moda que nunca antes.
Si a esta nueva tendencia añadimos que la comodidad de los slips, derivaba de su buena sujeción, nunca la podrá aportar ni el más selecto boxer, las marcas de moda tienen motivos más que fundados para haber hecho del slip una de sus prendas fetiches.
El característico corte de los slips proporciona una gran comodidad y facilita que se adapte a la cintura y a las piernas de forma muy sencilla y que no se desplace durante el tiempo que se lleve puesto.
El que el slip quede tan ajustado permite, entre otras cosas, que no se marque su forma en el pantalón y consecuentemente que sus propietarios puedan optar por los pantalones de pierna más estrecha, cada día más presentes. Quizá debido a esto en el momento que apareció el boxer, los sastres se vieron en la obligación de introducir la pinza al pantalón para que éste fuera más ancho y no se marcarse el boxer en el pantalón. La vestimenta del boxer exigió también ampliar el ancho de las piernas del pantalón.
Antes de continuar con el análisis de los slips es conveniente destacar que los slips que hoy podemos encontrar en las tiendas de moda poco o nada tienen que ver con aquellos hasta hace poco conocidos por todos. Más allá de utilizar el mismo nombre, pocas cosas tienen en común.
Los nuevos slips están caracterizados por un talle bajo, tejidos traspirables y un ajuste extra. Igualmente, el tamaño de la tela ha disminuido en gran medida. Así, tanto la parte frontal como las laterales del calzoncillo han perdido varios centímetros de tejido dando la sensación final de encontrarnos ante una prenda mucho más ergonométrica que el slip de antaño.
Igualmente, debido a que se ha buscado en ellos que sean lo más compactos posibles, carecen de cualquier tipo de abertura en su parte delantera; característica esta última bastante frecuente en los slips de tiempo atrás.
Si bien la principal ventaja del slip es que ofrece mayor sujeción, el que no se marquen debajo de los pantalones, como ya hemos indicado, es algo también a considerar. Si optáramos por unos boxers, con facilidad podrían marcarse si los vistieramos debajo de un pantalón de tela ligera.
Seguramente el único inconveniente de los slips es que siempre quedan mejor si son acompañados de un torso y unas piernas agradecidas. Quizás por eso hayan sido personajes como David Beckham o los jugadores del Inter de Milán los elegidos para publicitar esta atractiva ropa interior.
Ya sea porque nos gusta esta prenda o porque su uso es una buena excusa para empezarnos a cuidar de cara al verano que se aproxima, los slips son una prenda de la que no deberíamos prescindir.
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