La montaña Bugarach en Francia atrae a miles de peregrinos inquietos por un eventual apocalipsis.
Casi 100.000 peregrinos de Francia, España y otros países planean ascender el 21 de diciembre al pico de Bugarach: el único refugio ante las plagas de un eventual fin del mundo, según calculan.
La profecía del calendario maya se enredó en sus creencias con la esotérica leyenda de que esta montaña sería capaz de salvar a quienes concurran allí.
Muchos de los inmuebles, incluso los más vetustos, alrededor del punto más alto del macizo de Corbières —una estribación en el norte de los Pirineos— han cambiado de propietarios en los recientes meses. La gente llega para procurarse un ‘arca de Noé para la hora H’. Mientras tanto, varios grupos misteriosos ya practican sus insólitos ritos ocultos de día y de noche en las vertientes.
A mediados del año pasado, el antropólogo Thomas Gottin dedicó un libro a lo que bautizó como «el fenómeno Bugarach», catalogando a la montaña como «mito emergente». Otro investigador, Yves Lignon, publicó una serie de artículos sobre la historia de este lugar que vinculan su misterio con el nombre de un párroco de fines del Siglo XIX y comienzos del XX: Bérenger Saunière, quien sirvió en el contiguo poblado aquitano de Rennes-le-Chateau.
Muchas fuentes relacionan al prelado con sociedades secretas y teorías conspirativas. El cura halló allí un tesoro o algún acervo oculto que le permitió, según varios rumores, hasta ‘extorsionar’ al Vaticano. Desde aquel momento practicó abiertamente la desobediencia de los dictados de las autoridades eclesiásticas, edificó una lujosa mansión para él y renovó la parroquia con un estilo insólito.
En vista de la afluencia de gente curiosa, la comuna de Quillan (capital del cantón francés que lleva el mismo nombre) convocó para este martes a una conferencia que contará con la participación de los citados autores. También asistirán varios ufólogos, ya que tienen cierto interés en ese lugar.
Según revelaron los vecinos más viejos, seres extraterrestres han frecuentado intensamente la zona durante los últimos 10 años. Se percataron de su presencia después de que uno de los residentes reportara haberlos visto y haber oído los motores de su ‘nave interestelar’ sobre la cima.
Con la conferencia, las autoridades no plantean destapar los mitos, sino aportar un elemento racional en el cambio al que está expuesto el vecindario de la ‘montaña mística’ de Bugarach. A juicio de sus voceros, se trata de una perspectiva de redescubrir, a través de los fenómenos observados, las grandes leyes de la armonía con la naturaleza.
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