Millones de personas en Asia y Estados Unidos han podido observar el eclipse anular de Sol que se ha producido en la madrugada de este lunes. Según ha informado la NASA, el acontecimiento ha durado unas tres horas y media, tiempo en el que el eclipse ha realizado un recorrido de 13.679 kilómetros.
Así, los primero en ver cómo la Luna ocultaba parcialmente el Sol han sido los chinos (alrededor de las 00.06 horas, hora española, de este lunes). Según han informado los medios del país, varios cientos de personas se reunieron a lo largo del paseo marítimo de Kowloon de Hong Kong para observar el eclipse a través de unas gafas especiales que repartían en la zona. Sin embargo, las nubes impidieron que el acontecimiento pudiera verse con total claridad.
En Japón corrieron mejor suerte y, aunque llovía cuando se inició el eclipse, las nubes fueron desapareciendo, dejando el cielo despejado. Colegios y empresas de embarcaciones de recreo, organizaron concentraciones en parques y zonas de ocio para que los japoneses pudieran observar el eclipse.
Tres horas después de los primeros pasos del eclipse, los norteamericanos pudieron verlo. Concretamente, el acontecimiento pudo verse en Alaska y toda la costa oeste de Estados Unidos.
La agencia espacial estadounidense ha señalado que el fenómeno del anillo ha durado una media de cinco minutos, dependiendo de la ubicación. Esta fase del eclipse ha coincidido con su ‘paso’ por Estados Unidos, así que los ciudadanos asiáticos sólo han podido ver un eclipse parcial.
A pesar de que a lo largo del año se producen varios de estos fenómenos, el eclipse anular es poco común, y se produce cuando la Luna pasa por delante del Sol pero está demasiado alejada de la Tierra como para poder taparlo completamente. De este modo, se puede ver el contorno exterior de la estrella formando un anillo alrededor del satélite.