Una llamarada solar de intensidad media fue detectada este martes por la NASA. Tras el fogonazo, se produjo una lengua de fuego con un tamaño diez veces superior a la Tierra pero ésta, no fue lanzada al espacio sino que, en su mayor parte, volvió a caer sobre la superficie del Sol en forma de una impresionante lluvia de fuego. «Nunca había visto antes algo parecido», asegura el físico solar de la NASA Jack Ireland. El resto del material que no volvió al sol, miles de millones de toneladas de partículas cargadas, llegará entre este jueves y viernes a nuestro planeta, aunque no causará daños a satélites y sistemas de comunicaciones.
El fenómeno duró más de tres horas, sorprendiendo a los expertos cuando casi todo el material expulsado volvió a la estrella en vez de salir despedido al espacio, como ocurre con fogonazos de este tipo. «La parte extraña de este evento -explica Ireland- es precisamente que un montón de plasma volvió a caer y consiguió producir una reacción en la superficie del Sol de un modo realmente espectacular».
En lugar de caer como lo hace la lluvia por la fuerza de la gravedad, el plasma se precipitó siguiendo las líneas de invisibles campos magnéticos que constituyen el sol «Parecía que un montón de material iba a caer a plomo, pero de repente se desvió hacia las regiones activas. El campo magnético de las regiones activas aspiró el plasma hacia su interior. Es algo que no había visto nunca«.
El plasma viaja hacia nosotros a una velocidad de 1.400 km por segundo o, lo que es lo mismo, a algo más de cinco millones de km. por hora. Cuando nos alcance, no causará daños en satélites ni en sistemas eléctricos o de comunicaciones. Pero es un avisó de lo que podrá ocurrir de aquí al 2013 porque el número y la intensidad de estos fogonazos solares se incrementa cada once años que es la duración de un ciclo solar y el Sol se dirige hacia el climax de su actividad que se producirá alrededor del 2013. Esto significa que habrá más llamaradas como ésta e incluso mayores, y algunas podrían ser lanzadas contra la Tierra.