Un hombre ha sido encarcelado en Nueva Zelanda por posesión de «pixie sex», informa la web australiana «Stuff», o lo que es lo mismo, por ver vídeos de dibujos animados de los elfos, duendes y otras criaturas de la fantasía manteniendo sexo duro.
Ronald Clark se descargaba en su ordenador animación japonesa con caricaturas y otros elementos desde hace tres años. Un tribunal en Auckland lo ha condenado por posesión de material «objetable» o «censurable» y ha abierto con ello el debate en el país acerca de qué daño provoca este tipo de pornografía digital.
Clark tiene antecedentes penales por agresión sexual a un adolescente, y ha pasado por varios programas de rehabilitación. Este hombre se defiende diciendo que los videos provienen de una a tradición establecida de manga y hentai (pornografía de dibujos animados), una industria masiva y dominante en Japón. «Ni siquiera eran representaciones de personas, sino caricaturas y dibujos practicando sexo -afirmó en su defensa el abogado de Clark, Roger Bowden- como duendes y trolls que se sabe a simple vista que no son humanos». El letrado completó que la condena por posesión de material ofensivo supong que «la ley se ha vuelto loca».
Sin embargo, al contrario, el tribunal adujo que los personajes animados sí eran elfos y duendes, pero claramente jóvenes, lo que motivó la vinculación de estas imágenes con el abuso sexual infantil por el que había sido acusado ya Clark. Según el grupo de lucha contra la pornografía infantil, Child Alert, «las imágenes eran ilegales porque anima a la gente a emigrar de esas imágenes a la vida real», afirmó el director Alan Bell. El debate está servido en Nueva Zelanda.
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