Ignacio Galán, de 53 años, despertó del coma después de permanecer más de 15 años en el Hospital de Móstoles. “Iba como loco con la moto esa que quiso comprarse sí o sí hasta que se la pegó. Desde entonces he cuidado de él y le he hablado y le he hecho compañía”, explicó su mujer Marta.
Lo insólito es que pese a los múltiples cuidados de su mujer, Ignacio le es imposible responder a su mujer. “Ya habla con la gente, hace bromas a las enfermeras, vuelve a gritar con el fútbol como hacía antes, pero conmigo sigue como un vegetal. Pasa de mí completamente y ni me contesta cuando le pregunto”, se lamenta Marta.
El propio Ignacio reconoce ante la prensa que “es algo de mi organismo, se ve que he quedado así después del accidente”. Cuando le preguntan si puede verla, el contesta “¿Qué pasa? ¿Ha dicho algo? Es que yo no me entero”.
Los médicos afirman que el paciente está físicamente recuperado, aunque sigue con problemas psicológicos derivados al traumatismo. Ignacio muestra falta de reflejo vestíbulo-ocular, reacción pupilar debilitada e incluso perdida de conciencia cuando su mujer le habla.
“El coma parece volver completamente cuando su mujer le pregunta si sigue queriéndola o si pueden venir a verle los suegros”, explica los médicos.
Desde que despertó del coma, solo una vez reacciono a los estímulos de su esposa. “Le comenté que la Yamaha estaba en el desguace, que no la habían podido salvar, y se puso a llorar como un niño. Fue una reacción a mis palabras, le recordé lo ocurrido y eso es señal de que me estaba escuchando” declaró Marta.
Esta reacción da esperanzas de que algún día vuelva a tratarla como antes. “Si logró escuchar mis palabras, puede que vaya saliendo poco a poco del coma que tiene conmigo”. Por su parte Ignacio piensa que es poco probable que haya mejora.
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