El peluquero Esteban Criado González nunca imaginó que no podría poner la radio en su local del centro de L?Hospitalet sin pagar antes. Hasta que se le presentó un delegado de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), le dijo que para poner música en el comercio tenía que firmar un contrato y abonar una cuota mensual de 12 euros y le amenazó con acciones legales si no lo hacía. «¿Cómo voy a pagar si la gente viene a cortarse el pelo y no a oír música?», le dijo al inspector.
Criado, que aún no se cree que tenga que pagar si conecta una emisora musical pero no si pone una solo de noticias, sabe que otros locales de su barrio han recibido la visita del mismo inspector, sobre todo bares. «Pero peluquerías ninguna. Y cuando le pregunté por qué yo, me contestó que había pasado por la acera y había oído la radio, y como es un local público, tenía que pagar».
El peluquero, que denunció lo que considera un abuso en una carta a EL PERIÓDICO, ha intentado asesorarse con un gestor, aunque al final ha decidido suscribir el contrato, que le enviarán la semana que viene. «Mi mujer me ha dicho que no me meta en líos y mejor que pague». Aún no sabe si serán 6 o 12 euros al mes. El contrato se lo aclarará.
ESTABLECIMIENTOS CON MÚSICA / Antonio A. P., el delegado de zona de la SGAE en L?Hospitalet que inspeccionó al peluquero, ha asegurado a este diario que él solicita el pago a cualquier local público que tenga la música puesta. También ha reconocido que él cobra comisiones de la SGAE por cada contrato que consigue. «En el caso de la peluquería, yo acudí tres veces para intentar convencer al dueño de que firmara el contrato, pero yo no cobro la comisión hasta que el contrato se firma», explica.
El delegado de la SGAE indica que la cuota que suelen pagar es de seis euros al mes, en caso de establecimientos de menos de 50 metros cuadrados y de 12 euros en los de 50 a 100 metros. Este inspector ha reconocido a este diario que no siempre le reciben con una sonrisa. «A nadie le gusta pagar. A mí tampoco. Pero si no gusta, que cambien la ley», dice.
Por su parte, Mercè Vallverdú, directora jurídica de la SGAE en Catalunya, sostiene que la ley avala que los comercios paguen por la utilización de esa música y descarta que exista una campaña contra peluquerías o negocios específicos. «Hay muchos comercios que pagan la cuota a la SGAE, algunos avalados por sus gremios o asociaciones, y otros porque ya va incluido en el servicio de hilo musical», explica.
«La SGAE intenta no actuar con criterios arbitrarios ni talibanes, pero hay que pagar por el uso de un repertorio de unos autores a los que representamos», añade. Y confirma que sus delegados que visitan comercios y locales de ocio actúan a comisión. «Para cualquier delegado comercial es más rentable actuar contra una discoteca o una sala de fiestas o una fiesta popular, que no en una tienda, ya que ellos trabajan a comisión», añade Vallverdú.
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