El cocinero Heston Blumenthal y el artista Damien Hirst realizaron una curiosa instalación a base de galletas en el ascensor de un edificio de oficinas en Londres.
Según consigna el diario español El País, la obra fue inspirada en la loca imaginería de Willy Wonka y de “Charlie y la fábrica de chocolate”.
Para esto, forraron las paredes de papel con 1.325 galletitas adhesivas que se pueden lamer y disfrutar su sabor.
Y para animar a los usuarios del ascensor viaja con ellos un “supervisor de higiene”, que se encarga de cambiar inmediatamente los dulces usados por otros nuevos.
“Creo que es bueno traer un poco de diversión a la oficina, hacer que los trabajadores estresados sonrían y de paso se acuerden de comprar un paquete de galletas”, señaló la portavoz de los conocidos cakes ingleses McVitie Jaffa.
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