Hasta 10.000 bañistas se lanzaron al agua en la playa de Scheveningen, cerca de La Haya, en una peculiar ceremonia de celebración del Año Nuevo que se repitió en otros 63 lugares del país, según destacaron los organizadores a la agencia holandesa ANP.
La señal de partida en Scheveningen la dio el holandés de 81 años de edad Ok van Batenburg, quien en 1959 dirigió la primera inmersión..
La iniciativa tuvo un récord de asistencia, a pesar de que el evento tuvo que ser cancelado hasta en diecisiete localidades, principalmente en el norte del país, a causa del mal tiempo y el frío.