Todo por un escrito pegado al portón de entrada a la iglesia de San Terenzo. El escrito se titulaba «Mujeres y Violencia de género», en la que señalaba que el problema de la violencia machista se debía a que las mujeres «cada vez más, provocan, se vuelven arrogantes y se creen autosuficientes y acaban por exasperar las tensiones».
Hay que decir que el polémico cura, además, ha desmentido las informaciones que le citaban asegurando que dejaría el sacerdocio. Esas noticias le suponían dispuesto pagar su culpa y dejar la sotana tras el episodio: Don Piero habría declarado a la prensa que «después de una noche sin dormir por el dolor y remordimiento por la polémica causada por mi provocación temeraria, he decidido dejar a un lado la sotana». Se suponía que el polémico cura se sentía»indigno».
Pero no, nada de indignidades, si dimisiones…Corsi pide disculpas «a todas aquellas mujeres que se han sentido ofendidos en alguna manera por mis palabras». Todo el mundo mundo «tiene derecho a dar su opinión», ha sentenciado.
INDIGNACIÓN DE LAS MUJERES
El texto, colocado en estos días de Navidad, según la prensa local, levantó inmediatamente las protestas de los parroquianos y ha puesto en pie de guerra a asociaciones de mujeres, como Teléfono rosa, que han escrito incluso al primer ministro, Mario Monti, pidiendo que el párroco fuera destituido de su cargo, y han denunciado que «instiga a la violencia contra ellas».
En el escrito, el cura considera que no es posible que todos los hombres hayan enloquecido al mismo tiempo y cree que el problema está en las mujeres. «Niños abandonados, casas sucias, comidas frías, compradas en tiendas de comidas rápidas, ropas mugrientas… Si una familia acaba en el desastre y se llega al delito, una forma de violencia que hay que condenar y castigar con firmeza, muchas veces la responsabilidad es compartida», escribió.
Aunque calificaba la violencia o el abuso sexual como «cosa de canallas», Corsi concluía el texto argumentando que las mujeres y niñas llevan vestidos diminutos y ceñidos provocando los instintos, que llevan a la violencia o al abuso sexual: «hagamos un examen de conciencia: tal vez nos lo hallamos buscado».
UNA CONDENA MUY DURA
La senadora del Partido Demócrata (PD), Roberta Pinotti, ha manifestado que las palabras del párroco merecen «una condena muy dura» porque presenta un análisis «inaceptable» de la violencia contra las mujeres.
Mientras que la presidenta de Teléfono Rosa, María Gabriela Carnieri Moscatelli, ha solicitado a las máximas autoridades civiles y religiosas «que ordenen la retirada inmediatamente del texto, que consideramos una gravísima ofensa para la dignidad de la mujer».
No es la primera vez que Corsi se ve envuelto en polémicas. Tras la publicación, Piero Corsi dijo en una entrevista, -tras acusar de gay al periodista-, que el hombre «el macho, siempre ha sido violento, no puede contener el instinto, así que si mujer lo provoca, hay muchos que no pueden controlarse».