Hasta ahora pensaba que lo de “matar mosquitos” a cañonazos era solo una forma exagerada de contar las cosas. Gracias a Eiliya Maida, no descarto que hace muchos años alguien lo intentara y de ahí saliera el dicho.
Resulta que el señor Eiliya quería eliminar las telarañas que había en su patio trasero y, en lugar de usar la escoba como casi todo el mundo, decidió que un soplete sería más efectivo, de modo que prendió fuego a las telarañas… y (sin querer) a las plantas secas que había alrededor, lo que provocó que la casa se incendiara. Afortunadamente los bomberos evitaron que hubiera tragedias personales y solo hay que lamentar daños materiales.
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