No fueron las copas de la cena de empresa las que les sentaron mal a los nueve trabajadores de una empresa ubicada en Guareña que el viernes por la noche tuvieron que ser trasladados hasta el Hospital de Mérida. Lo que les provocó flojedad de piernas, palpitaciones y taquicardia fue la tarta casera que les dio a probar uno de los compañeros para continuar la fiesta, una vez que estuvieron fuera del restaurante en el que se juntaron a primera hora de la noche. La indisposición no les sobrevino porque el pastel se hubiera elaborado con productos en mal estado, sino porque uno de los ingredientes que se utilizó para hacerlo era marihuana.
La broma le ha costado cara al empleado que tuvo la ocurrencia de elaborar la tarta con la droga y servirla de postre a los compañeros que se reunieron para celebrar las navidades el viernes. Ha sido despedido.
El responsable de este negocio, ajeno a lo sucedido, definía ayer al trabajador responsable de la elaboración de la tarta como un empleado laboralmente impecable a la vez que una excelente persona.
«No ha dado nunca ni un solo problema, pero tenía un puesto de responsabilidad directa sobre los trabajadores y su actitud no ha sido la adecuada, ya que pierde el principio de autoridad sobre ellos. Él lo ha entendido de la misma manera y no ha puesto ningún reparo al despido».
El hombre llevaba tres años en este empleo, donde nunca había protagonizado ningún incidente, sino al contrario. «Se trata de una persona profesionalmente intachable, fantástica y muy recomendable», insistió el empresario, que considera que su comportamiento en esta ocasión es inaceptable. El responsable confirmó a HOY que los afectados se encuentran en perfectas condiciones. De hecho ninguno de ellos tuvo que ser hospitalizado en el centro sanitario emeritense, hasta el que se les dio traslado esa misma noche al ver el mal estado en el que se encontraban
La tarta no se comió en el restaurante en el que se celebró la cena y tampoco en ninguno de los bares por los que después tomaron copas. Al parecer se dio a probar en una casa particular en la que algunos decidieron continuar la fiesta pasadas las dos de la madrugada.
La ingesta de la marihuana añadida en algunos casos al alcohol previamente consumido pudo ser lo que provocó el malestar entre las nueve personas que tuvieron que recibir atención médica. Lo cierto es que el hecho ha levantado revuelo. Los que lo conocen y quienes lo han vivido de cerca se cuestionan por qué el autor de este incidente no se planteó el daño que podía hacer a sus compañeros al darles a probar una tarta con una sustancia tóxica, que algunos sabían que contenía y otros no.
No fueron las copas de la cena de empresa las que les sentaron mal a los nueve trabajadores de una empresa ubicada en Guareña que el viernes por la noche tuvieron que ser trasladados hasta el Hospital de Mérida. Lo que les provocó flojedad de piernas, palpitaciones y taquicardia fue la tarta casera que les dio a probar uno de los compañeros para continuar la fiesta, una vez que estuvieron fuera del restaurante en el que se juntaron a primera hora de la noche. La indisposición no les sobrevino porque el pastel se hubiera elaborado con productos en mal estado, sino porque uno de los ingredientes que se utilizó para hacerlo era marihuana.
La broma le ha costado cara al empleado que tuvo la ocurrencia de elaborar la tarta con la droga y servirla de postre a los compañeros que se reunieron para celebrar las navidades el viernes. Ha sido despedido.
El responsable de este negocio, ajeno a lo sucedido, definía ayer al trabajador responsable de la elaboración de la tarta como un empleado laboralmente impecable a la vez que una excelente persona.
«No ha dado nunca ni un solo problema, pero tenía un puesto de responsabilidad directa sobre los trabajadores y su actitud no ha sido la adecuada, ya que pierde el principio de autoridad sobre ellos. Él lo ha entendido de la misma manera y no ha puesto ningún reparo al despido».
El hombre llevaba tres años en este empleo, donde nunca había protagonizado ningún incidente, sino al contrario. «Se trata de una persona profesionalmente intachable, fantástica y muy recomendable», insistió el empresario, que considera que su comportamiento en esta ocasión es inaceptable. El responsable confirmó a HOY que los afectados se encuentran en perfectas condiciones. De hecho ninguno de ellos tuvo que ser hospitalizado en el centro sanitario emeritense, hasta el que se les dio traslado esa misma noche al ver el mal estado en el que se encontraban
La tarta no se comió en el restaurante en el que se celebró la cena y tampoco en ninguno de los bares por los que después tomaron copas. Al parecer se dio a probar en una casa particular en la que algunos decidieron continuar la fiesta pasadas las dos de la madrugada.
La ingesta de la marihuana añadida en algunos casos al alcohol previamente consumido pudo ser lo que provocó el malestar entre las nueve personas que tuvieron que recibir atención médica. Lo cierto es que el hecho ha levantado revuelo. Los que lo conocen y quienes lo han vivido de cerca se cuestionan por qué el autor de este incidente no se planteó el daño que podía hacer a sus compañeros al darles a probar una tarta con una sustancia tóxica, que algunos sabían que contenía y otros no.
No fueron las copas de la cena de empresa las que les sentaron mal a los nueve trabajadores de una empresa ubicada en Guareña que el viernes por la noche tuvieron que ser trasladados hasta el Hospital de Mérida. Lo que les provocó flojedad de piernas, palpitaciones y taquicardia fue la tarta casera que les dio a probar uno de los compañeros para continuar la fiesta, una vez que estuvieron fuera del restaurante en el que se juntaron a primera hora de la noche. La indisposición no les sobrevino porque el pastel se hubiera elaborado con productos en mal estado, sino porque uno de los ingredientes que se utilizó para hacerlo era marihuana.
La broma le ha costado cara al empleado que tuvo la ocurrencia de elaborar la tarta con la droga y servirla de postre a los compañeros que se reunieron para celebrar las navidades el viernes. Ha sido despedido.
El responsable de este negocio, ajeno a lo sucedido, definía ayer al trabajador responsable de la elaboración de la tarta como un empleado laboralmente impecable a la vez que una excelente persona.
«No ha dado nunca ni un solo problema, pero tenía un puesto de responsabilidad directa sobre los trabajadores y su actitud no ha sido la adecuada, ya que pierde el principio de autoridad sobre ellos. Él lo ha entendido de la misma manera y no ha puesto ningún reparo al despido».
El hombre llevaba tres años en este empleo, donde nunca había protagonizado ningún incidente, sino al contrario. «Se trata de una persona profesionalmente intachable, fantástica y muy recomendable», insistió el empresario, que considera que su comportamiento en esta ocasión es inaceptable. El responsable confirmó a HOY que los afectados se encuentran en perfectas condiciones. De hecho ninguno de ellos tuvo que ser hospitalizado en el centro sanitario emeritense, hasta el que se les dio traslado esa misma noche al ver el mal estado en el que se encontraban
La tarta no se comió en el restaurante en el que se celebró la cena y tampoco en ninguno de los bares por los que después tomaron copas. Al parecer se dio a probar en una casa particular en la que algunos decidieron continuar la fiesta pasadas las dos de la madrugada.
La ingesta de la marihuana añadida en algunos casos al alcohol previamente consumido pudo ser lo que provocó el malestar entre las nueve personas que tuvieron que recibir atención médica. Lo cierto es que el hecho ha levantado revuelo. Los que lo conocen y quienes lo han vivido de cerca se cuestionan por qué el autor de este incidente no se planteó el daño que podía hacer a sus compañeros al darles a probar una tarta con una sustancia tóxica, que algunos sabían que contenía y otros no.
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