La desesperación de algunos griegos por su situación económica les lleva a agudizar el ingenio para comerter algunos delitos.
La historia que hemos conocido a través del New York Daily News es la de un panadero griego discapacitado de 56 años que utilizó sus muletas para camuflar en ellas una escopeta y atracar así dos bancos.
El primero de los robos no tuvo éxito pero en el segundo se llevó más de 12.000 euros.
Al parecer, la policía, tras detenerle, informó de que estaba muy endeudado y usó el dinero para pagar a los proveedores de su negocio de pan.