Hay que tener cuidado con quién dormimos o podemos despertarnos con más de una sorpresa. Nuestro amigo de hoy, Fei Lin, hombre de 41 años de la provincia de Zhejiang en China, estaba durmiendo plácidamente cuando unos extraños le pusieron algo en la cabeza, le bajaron los calzoncillos y se fueron corriendo.
Cuando quiso darse cuenta, su cama era un charco rojo y le faltaba el pene que había sido cuidadosamente cercenado por sus misteriosos asaltantes. Aunque todavía no se sabe quiénes son los culpables, parece ser que nuestro amigo tiene fama de ser todo un seductor por lo que los demás hombres del pueblo son sospechosos.
Lo más raro de la historia es que el amigo Fei asegura no haber notado nada durante su amputación lo que resulta bastante raro salvo que estuviese metido de drogas y alcohol hasta arriba.
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