
El joven tenía la costumbre de mezclar los chicles con ácido cítrico para darles más sabor. Sin embargo, se equivocó de recipiente y añadió al chicle un polvo explosivo que resultó ser fatal.
La portavoz policial Elvira Biganova explicó que se encontró al joven muerto con la mandíbula destrozada. «El polvo explosivo y el ácido cítrico eran similares, cualquiera pudo haberse equivocado», mencionó.
Biganova también comentó que los agentes, «muy experimentados, están muy conmocionados por lo que han visto».