Más blancos que sus batas se debieron quedar los médicos que ayudaron a Janet a traer al mundo a su hijo.Y es que el ‘pequeñín’ pesó 7,3 kilos al nacer.
Ni la madre, que tuvo a su hijo por cesárea, ni los médicos esperaban un bebé tan descomunal, ya que las previsiones eran que el bebé pesase unos
cinco kilos.
El sobrepeso de Michael Brown, que así se llama el pequeño, podría deberse a la diabetes gestacional que ha sufrido la madre durante el embarazo.