Una mujer estadounidense fue a comer a un pequeño restaurante de Illinois y dejó una propina de nada menos que 15.000 dólares.
Esta mujer, de la que no se conocen muchos datos, había estado escuchando a las camareras del local quejarse de sus problemas económicos y lamentándose por no poder volver a estudiar.
Antes de salir del restaurante, la generosa clienta le dio un cheque de 5.000 dólares a cada una de las tres camareras que le atendieron. Las jóvenes, de entre 23 y 28 años no se lo podían creer, y de hecho en un principio intentaron rechazar su oferta. Pero la misteriosa mujer insistió: «quiero que lo utilicéis para que podáis estudiar y para todo lo demás en la vida».
http://www.que.es